La adicción es una enfermedad compleja y difícil de comprender, pero con la información adecuada y el apoyo que ofrece nuestra asociación, es posible entenderla mejor y encontrar caminos reales hacia la recuperación.
La adicción es una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa y/o alivio a través del uso de una sustancia u otras conductas.
Esto implica una incapacidad de controlar la conducta, dificultad para la abstinencia permanente, deseo imperioso de consumo, disminución del reconocimiento de los problemas significativos causados por la propia conducta y en las relaciones interpersonales así como una respuesta emocional disfuncional.
El resultado es una disminución en la calidad de vida del afectado (generando problemas en su trabajo, en sus actividades académicas, en sus relaciones sociales y/o en sus relaciones familiares o de pareja).
La neurociencia actualmente considera que la adicción a sustancias y a comportamientos comparten las mismas bases neurobiológicas.
La adicción no solo tiene consecuencia sobre el individuo que consume la sustancia (alcohol, cocaina, etc.) o realiza el comportamiento adictivo que sea (ludopatía, adicción al sexo, a las nuevas tecnologías, etc.), sino que también tiene multitud de consecuencias en el entorno más cercano, la familia.
Es un principio y práctica en la que un grupo de personas se apoyan recíprocamente para superar dificultades, compartir experiencias y crecer juntos, sin que haya una relación jerárquica o de dependencia unilateral.
Se basa en la colaboración, la solidaridad y el respeto, donde todos aportan y reciben ayuda según sus posibilidades y necesidades.
En contextos como asociaciones de rehabilitación, grupos de apoyo o comunidades, la ayuda mutua:
Promueve que cada miembro sea protagonista de su proceso de recuperación o mejora.
Fomenta el aprendizaje compartido, al intercambiar consejos, vivencias y estrategias.
Refuerza el sentido de pertenencia y de comunidad.
Reduce la sensación de aislamiento, porque nadie enfrenta sus problemas solo.
Por ejemplo, en una asociación para personas con adicciones como ARFY, la ayuda mutua significa que los propios afectados y sus familiares se apoyan entre sí, acompañándose en el camino de la recuperación, brindando comprensión, ánimo y guía desde su propia experiencia.
Sí, puedes acudir a una asociación incluso si estás recibiendo atención en la Seguridad Social. De hecho, muchas personas combinan ambos recursos porque se complementan: la Seguridad Social ofrece tratamiento médico y profesional, mientras que las asociaciones brindan apoyo emocional, ayuda mutua y acompañamiento desde la experiencia compartida. Acudir a una asociación puede fortalecer tu proceso de recuperación y proporcionarte un entorno de comprensión y solidaridad.
La terapia es una herramienta fundamental para comprender y trabajar las causas y consecuencias de la adicción, pero por sí sola, generalmente no es suficiente. La recuperación suele requerir un enfoque integral que combine:
Apoyo profesional (psicólogos, médicos, terapeutas).
Ayuda mutua en grupos o asociaciones, donde compartes experiencias con personas que han pasado por lo mismo.
Cambios en el entorno y hábitos de vida, reforzando nuevas rutinas y relaciones saludables.
Compromiso personal y constancia, entendiendo que la recuperación es un proceso a largo plazo.
Participar en actividades de la asociación, que pueden ser muy importantes para mantenerte motivado, sentirte acompañado y descubrir nuevas formas de relacionarte sin consumo.
Por eso, muchas personas encuentran mejores resultados combinando la terapia con el acompañamiento y apoyo que brindan las asociaciones y sus actividades.
Una asociación de adictos y familiares es un espacio seguro donde las personas que sufren una adicción, y quienes les rodean, reciben apoyo y orientación para su recuperación. Su finalidad es acompañar el proceso de cambio a través de:
✅ Ayuda mutua, compartiendo experiencias y aprendiendo de quienes ya están en recuperación.
✅ Terapias y charlas, dirigidas por voluntarios con experiencia y profesionales.
✅ Apoyo emocional para familiares, ayudándoles a entender la enfermedad y cómo actuar.
✅ Actividades y talleres, que refuerzan la motivación, la autoestima y la integración social.
✅ Prevención y sensibilización, para evitar recaídas y promover una vida saludable.
En resumen, una asociación ofrece compañía, comprensión y herramientas prácticas para salir de la adicción y construir una nueva forma de vivir.
Aquí puede ver nuestro tríptico informativo, donde conocer más sobre la enfermedad de la adicción.